Durante la infancia jugamos en casi todas partes y en todas las situaciones. El juego no sólo nos divierte y hace felices, sino que forma parte de nuestro desarrollo integral, es una necesidad biológica. A continuación presentamos algunas de las principales ventajas del juego para la infancia.
- El juego es un instrumento indispensable para aprender. Cuando hablamos de conocimientos no sólo hay que hacer referencia a los contenidos formales sino también a habilidades psicomotrices, sociabilidad, autoestima y a valores que rigen el comportamiento de los más pequeños.
- Normalmente, los niños y niñas que juegan en grupo suelen convertirse en personas tolerantes y cívicas dentro de una sociedad cada vez más plural.
- Las características que definen al juego son libertad, participación y motivación. Todos los niños y niñas juegan, independientemente de su condición vital y posibilidades. De hecho, aquel niño que no juega, que se muestra agresivo o que discrimina está reflejando su problemática.
- El juego potencia la creatividad. Cuando se juega con creatividad se juega con cualquier cosa. Es un rasgo que define al ser humano, pese a que cada vez más la sociedad occidental, orientada al éxito, ve el juego como una pérdida de tiempo.
- Por supuesto, también tiene beneficios físicos, ya que mediante el ejercicio los niños y niñas desarrollan un corazón sano y fuerte. Los juegos de estrategia también son buenos para el desarrollo mental y creativo durante la infancia.