Cámaras para combatir el sueño al volante
El 25% de los accidentes de tráfico que se producen en la Unión Europea están directamente relacionados con la conducción bajo condiciones de somnolencia o fatiga, por lo que los accidentes debidos a estas causas son un problema social y económico de primer orden. Actualmente existen medios tecnológicos que tratan de evitarlos detectando distintos factores relacionados con la somnolencia del conductor. Sin embargo, estas tecnologías con frecuencia arrojan falsos positivos, debidos principalmente a ruidos originados por factores ambientales y emocionales. El Instituto de Biomecánica (IBV) participa junto con las empresas FICOSA e INTEKIO en el desarrollo de un nuevo sistema basado en cámaras que resuelva los problemas anteriormente citados.
Integración de soluciones de movilidad y aparcamiento para personas con discapacidad
La movilidad urbana de las personas con discapacidad es un aspecto esencial para que su integración social sea efectiva. Sin embargo, existen numerosos obstáculos que la dificultan, entre los que se cuentan la falta de información sobre rutas y modos de transporte y las dificultades de aparcamiento, incluyendo el fraude. El proyecto SIMON pretende mejorar esta situación mediante la integración de diferentes aplicaciones y tecnologías que faciliten el aparcamiento y la movilidad en las zonas urbanas.
STOP a los accidentes por fatiga
El proyecto HARKEN reúne un consorcio de centros de investigación y empresas europeas para crear un sistema de monitorización fisiológica integrado en el vehículo. Este sistema está en contacto constante con el cuerpo del conductor a través de la cubierta del asiento y el cinturón de seguridad, y monitoriza la actividad fisiológica y mecánica relacionada con la respiración y el ritmo cardiaco. Los ruidos y artefactos producidos por vibraciones y movimientos del conductor se eliminan gracias a señales redundantes y el uso de filtros adaptativos, programados en una unidad de procesado de señal.
STOP accidents caused by fatigue
The HARKEN project gathers a consortium of European research centers and enterprises that produce vehicle components, smart materials, and sensors for biomonitoring, to create a physiological monitor integrated in the car.
This system is in constant contact with the driver’s body through the car seat cover and the safety belt, and it monitors the physiological, mechanical activity related to respiration and the cardiac cycle. Redundant measures of vibrations and artifacts that may distort these signals are used to improve their quality by means of adaptive filters, programmed in a signal processing unit.